Río Majaceite




Río Majaceite

21 de Noviembre de 2014
Distancia: 5 km
Tipo: lineal
Dificultad. Baja



La ruta por el Río Majaceite es una de las típicas rutas que oyes contar a los demás, o leer en los blogs, y que hablan de su belleza  exquisita,  y escasa dificultad. Tal es así, que en más de una ocasión puede dar hasta “miedo” de realizarla a aquellos que no la conozcan por temor de no ver cumplidas las expectativas, como sucede a veces con algunas películas. Es lo que me pasaba a mí en un primer momento, aunque una vez realizada puedo asegurar que la ruta no defrauda ni al más exigente.

 La ruta por el Río Majaceite, en el  Parque Natural de la Sierra de Grazalema, (Cádiz) discurre entre las poblaciones de Benamahoma a El Bosque, siguiendo el curso del río. 
Durante el recorrido podremos disfrutar de un precioso bosque de galería, formado principalmente por higueras, quejigos, alisos, chopos, olmos, y fresnos… que durante esta época del año ofrecen una enorme variedad de colores ocres y amarillos.
También es importante destacar la existencia de antiguas construcciones, que denotan la importancia del agua en la vida de estos pueblo; molinos harineros, acequias, batanes…incluso hasta una fábrica de luz, van conformando el paisaje caduco de otra época. Para saber más de estas construcciones se recomienda visitar el Ecomuseo del Agua de Benamahoma.

Los batanes por ejemplo, eran unos sistemas hidráulicos destinados a golpear, desengrasar y dar cuerpo a los tejidos, sobre todo cuando se les quería dar una mayor consistencia, como es el caso de la confección de las famosas mantas de Grazalema. Esto supone contar en la zona con una importancia industria textil durante el siglo XIX, que llegó incluso a competir con la industria de paños catalana.



Como decimos, una de las rutas más visitas de Andalucía, perfectamente señalizada y con un perfil poco exigente, que la hacen ideal para realizarla en familia y con niños que estén un poco acostumbrados a caminar, una ruta para hacerla sin prisas, y es que cada rincón es una postal independientemente de la época del año en que se realice. 
































El río Majaceite puede presumir además de la calidad de sus aguas, limpia de contaminación. Y prueba de ello es la existencia de la trucha, tan típica en la zona, y es que tanto Benamahoma como El Bosque cuentan con instalaciones de piscifactorías dedicadas a la cría de la trucha común y la trucha arco iris.
 

TRAVESIA DEL GENAL 2014. CARTAJIMA, PUJERRA, IGUALEJA, CARTAJIMA





Travesía del Genal 2014. Cartajima, Pujerra, Igualeja, Cartajima.

Distancia: 23 km
Tipo: Circular
Dificultad: Alta

Como no podía ser de otro modo, un año más y ya van tres consecutivos, realizamos la travesía valle del Genal, en esta ocasión haciéndole un homenaje los socios de la Asociación de senderismo Comando Preston, a Don Valentín García Vioque, el Rey de la Montaña. Y lo hacemos como viene siendo habitual, durante el mes de Noviembre, época conocida como la Primara de Cobre, por las mil tonalidades que adquiere el castañar en esta época, si bien es cierto que este año, parece que se ha retrasado un poco.

Para realizar esta ruta circular, partimos desde la localidad de Cartajima, donde dejamos los coches. Es Cartajima, junto con Igualeja, Parauta, Pujerra, Juzcar, Faraján y Alpandeire, los pueblos que constituyen el llamado Alto Genal, mientras que el Bajo Genal lo forman Atajate, Belauría, Benadalid, Algatocín, Gaucín, Benarabá, Jubrique y Genalguacil.


Desde el aparcamiento, Junto al centro de interpretación de Los Riscos de Cartajima, tomamos dirección al pueblo, tomando la primera calle que suavemente se desvía hacia la izquierda.
Cartajima conserva la trama islámica de sus calles estrechas y sinuosas, aunque también presenta algunas casas con fachadas de estilodieciochesco, construidas por la bonanza de la época, ocasionada principalmente por la prosperidad de la vid, y la extracción de mineral de hierro, que abastecía la industria  de cañones de Jimena de la Frontera. Fue tal su crecimiento demográfico en esta época que a Cartajima se la llamó “Cadiz el Chico”
Al poco rato de andar por entre sus calles, nos encontramos con la enorme escalinata que da paso a la Iglesia del pueblo, en honor a la Virgen del Rosario, construida en el siglo XVI tras la caída de Ronda, y  la conquista cristiana de la serranía.



Pasamos por delante del Ayuntamiento, para posteriormente girar a la izquierda descendiendo suavemente y dejar atrás el casco urbano;


Aquí el camino se ramifica en tres; nosotros tomamos el del centro, pasando por delante de una explotación ganadera (a nuestra derecha).
Giramos la vista atrás una vez más, contemplando una preciosa estampa de Cartajima con el Armola detrás.


A los pocos metros veremos un sendero a nuestra izquierda, que comienza en unas pequeñas escaleras, que será el que tomaremos para bajar hasta el cauce del río.



Cada momento se convierte en una postal. Qué difícil es después seleccionar las fotos para este blog.


El camino discurre entre castaños, mientras que a lo lejos, en la otra cara de la ladera, se vislumbre Pujerra en la distancia.


Por el camino abundan los alcornoques y también los zumaqueros, además por supuesto de los castaños, hasta que llegamos al río (la zona previa que enlace nuestro sendero con el puente está adoquinada)




Inmediatamente tras cruzar el puente tomamos el estrecho sendero que parte por su margen izquierda, y que asciende vertiginosamente para llevarnos a Pujerra.  Por el camino, disfrutamos de la compañía de nuestro amigo Pepe Guerrero y sus clases magistrales de geobotánica, en esta ocasión identificando a una salvia.


El desnivel es importante, aunque intentamos hacerlo un poco más ameno disfrutando de los helechos, musgos, y otro tipo arboles como nogales, madroños y durillos.






Hasta que llegamos al Mirador de la Cruz, también llamado Mirador del Castañar, ya en la parte baja de Pujerra, y donde se coloca una placa en homenaje a Valentín.  Desde aquí sale otro camino que desciendo hacia Igualeja, aunque nosotros lo dejaremos para otra ocasión futura.
Los valores del  castañar son indiscutibles, tanto desde el punto de vista paisajístico como soporte de numerosos oficios y tradiciones, como producto alimentario, y cuando los castaños pintan de amarillo y ocres el paisaje, como atracción para un turismo que gusta disfrutar del placer de los sentidos y del contacto con la naturaleza. Afortunadamente, quedan lejos los tiempos en que la castaña distraía el hambre y se la conocía como “el pan de los pobres”
En la actualidad existen cerca de 4.000 hectáreas de castañar en todo el Valle del Genal, ocupando las laderas de suelos ácidos orientadas al norte, donde se conserva la humedad.
Atravesamos Pujerra de Norte a Sur, pasando por su “Iglesia del Espiritu Santo”




Y nos adentramos por la parte superior de Pujerra en un nuevo castañar, que comienza con una suave pero continua pendiente, por el conocido Camino de Estepona.







En lo alto del puerto, nos encontraremos con una torreta de Alta Tensión; es aquí donde dejaremos el camino que traíamos para tomar un sendero que asciende por la izquierda, justo a la altura de la torreta,  señalizado con unas balizas verdes “V.P” (vía pecuaria)






Al poco de caminar, llegaremos a una bifurcación con un pequeño castaño en medio; aquí tomaremos a la derecha, que nos llevará a la carretera que une el Puerto del Madroño con la cooperativa de castañas de Pujerra.
Ya en la citada carretera, continuaremos durante un pequeño tramo dirección al Puerto del Madroño, para posteriormente tomar un nuevo camino (ya sin asfaltar) que sale a nuestra izquierda, con un portón en su inicio, donde tomaremos primero a la izquierda y después a la derecha.






Y poco más se puede añadir. Cada rincón es digno de fotografía, fotografía que nunca hace honor a los colores que se perciben realmente en cada momento. Aquí algunas de ellas, y es que es imposible saber elegir con cual quedarse y con cual no.











El castañar en esta zona es espectacular, si bien es cierto que la enorme caída por nuestro margen derecho supone hacerlo poco recomendable para hacerlo con niños pequeños.
 Y En la otra margen del valle nos espera pacientemente Igualeja.





 Y así dejamos el carril y salimos a la carretera, donde tomamos a la derecha, en dirección a Igualeja  (este tramo por carretera)






Llegamos a Igualeja y nos dirijimos a la parte baja de ésta, para tomar el sendero que nos llevará (otra vez en subida y después bajando) a Cartajima.




Esta vez entre chumberas, olivares y algún que otro viñedo. Al subir el puerto, encontramos una viñedo a nuestra derecha; aquí tomamos a la derecha, continuando una pequeña subida mas antes de descender.




El sendero en algunos tramos aparece hormigonado; no es por otro motivo que el poder facilitar la retirada de la castaña de las fincas.


Nuevamente vemos a nuestro siguiente pueblo al otro lado del río, esta vez Cartajima. Toca pues, volver a bajar, cruzar el río y subir, pasando junto al “Castaño Arenas” al lado derecho del camino,  en los metros previos al fin de etapa, Cartajima.








El fin de la recogida de castañas en noviembre, da paso a los tradicionales tostones, donde se asan castañas acompañadas de anís, aguardientes y licores autóctonos. Fiestas que congregan a vecinos y no pocos visitantes.